Lourdes Díaz periodista de "El Diario de Chihuahua" lleva diez años trabajando en diversas zonas del país y ya ha presentado documentales como el de los Cocoyomes y "Contrastes de mi México, Diversidad de mi Chihuahua". 

Lo que sigue es una de las muchas historias humanas que encontró en su camino.



Rancho Las Víboras en ejido Iturralde, Municipio de Balleza, Chih.— Manuel Bustillos Cruz, de 39 años, es un hombre con limitaciones en la movilidad de su cuerpo, pero no en su espíritu emprendedor de buen padre y hombre de trabajo. Cuando se quedó sin caminar hace 12 años tras sufrir una embolia, diseñó y elaboró una pequeña calesa para trasladarse con ayuda de un burrito.

En esta comunidad en lo más aislado de toda civilización donde no hay fuentes de empleo, ni energía eléctrica o medio de comunicación alguno, ha encontrado una forma de vida haciendo leña para los pobladores de las comunidades aledañas a su hogar, como una fuente de ingresos para mantener a sus cinco sobrinos de quienes se hizo cargo tras quedarse huérfanos de padre.

El día a día

Manuel se levanta en cuanto amanece, desayuna, en su silla de ruedas prepara su burrito que es para él su mejor aliado, pues sin él no puede movilizarse a ningún lado, sale al bosque a buscar encinos y madroños secos que puedan ser buena leña.

Llegando a donde está el pino candidato a leña, baja de su calesa, sube en su silla de ruedas, amarra su burro y con su motosierra corta el pino, así varios al día, luego con el burro los arrastra y amontona en un solo lugar, los corta en pequeños trozos y finalmente con la hacha los hace leña, así su rutina hasta las tres de la tarde todos los días.

Se encarga de los hijos

de su hermano

Cuenta que en invierno tiene más clientes, le pagan a 200 pesos una camioneta pick up llena de leña, misma que se lleva de dos a tres días en hacerla, “lo hago lento porque no puedo moverme muy rápido”, dice. Durante el verano baja mucho la demanda y su dificultad para el sostén de su familia se eleva. 

Manuel hace 12 años sufrió de una embolia, “me dijeron que me iba a morir y aquí estoy todavía”, cuenta con una sonrisa, en cuanto al motivo por el que se quedó sin caminar dice que son reumas aunque no entiende con claridad lo que le sucedió, fue atendido en el hospital de Valle de Allende donde prácticamente lo desahuciaron, dice, regresó a su comunidad con la noticia de que no tenía remedio “que me iba a morir”, pero sigue siendo un hombre trabajador e indispensable para sus 5 sobrinos.

Hace poco más de un año, su hermana y su esposo tuvieron un accidente automovilístico donde su cuñado murió, padre de 5 niños: Rosita de 14 años, Ubaldo de 13, Hortensia de 9, Gregorio de 7 e Isabel de 4, a quienes él decidió recoger y hacerse cargo, “no tenían quién los mantuviera y yo me los traje a todos”, ya que según dice, él nunca se ha casado ni tiene hijos.

La madre se volvió a casar y pocas veces la ven, la responsabilidad de la educación y el sustento económico de los niños es de Manuel, quien dice que sus necesidades primordiales son la comida, y en esta época de tanto frío les hacen falta cobijas y ropa porque tienen muy poca, dice.

Los niños van a la escuela Miguel Hidalgo de la comunidad más cercana “San Juan de Iturralde” a donde llegan en una hora caminando debido a que en su rancho “Las Víboras” donde habita, sólo está su casa y no cuenta con vehículo para trasladarse hasta la civilización más cercana que es el poblado de El Vergel que se encuentra a dos horas en camioneta.

A este lugar dice que no llegan los apoyos de ninguna dependencia gubernamental y en caso de que hubiera, no hay forma de enterarse porque no hay televisión y escuchan la radio muy poco, debido al consumo de baterías que tiene y no pueden comprar.

Este hombre tiene entre sus necesidades más primordiales, una piedra de afilar debido a que batalla mucho para cortar la leña porque su hacha ya no tiene filo “y hay leña muy dura”, dice, ropa para los niños también le hace falta, pero principalmente comida.

También le hace falta maíz o cualquier comida para alimentar a su burro porque lo que él siembra para el autoconsumo a veces no le alcanza todo el año y tiene que comprar maíz, sin el burro bien alimentado quién le ayudaría a trabajar, “también necesita su gasolina” bromea, es el tercer burro que tiene como su compañero, hay otros dos que ya de viejos no le sirven, cuenta.

Ninguno de los niños tiene beca escolar, ni este hombre recibe apoyos gubernamentales de algún tipo para solventar sus necesidades.

Todo lo que pueda hacer con el hacha que para trabajar sólo requiere de su fuerza física, ya que la motosierra, dice, gasta mucha gasolina y a veces no tiene dinero para ponerle además que le queda muy lejos ir a comprarla.

Su transporte

La Presidencia Municipal de Balleza, desde hace un año le regaló un carrito metálico, con llantas de auto y un asiento de carro, más cómodo para trasladarse, sin embargo, el peso del carrito que se mandó hacer especialmente para Víctor, no lo puede el burro, es mucho peso, tendría que ser jalado por una mula o un caballo, además que no le diseñaron algún sistema para frenar por lo que no lo ha podido usar y lo tiene estacionado en el exterior de su humilde vivienda.

La calesa diseñada por Manuel tiene llantas de madera cubiertas por plásticos de llantas viejas de automotor, está hecho con madera de un peso ligero, es pequeño y tiene un sistema de frenos diseñado por el propio Manuel, el ingenio de este hombre no es límite para sus ganas de trabajar, sin duda es un ejemplo de vida sobre todo para quienes sanos y con funciones completas en su cuerpo, no trabajan.



El paisaje donde este hombre labora es de total silencio, donde sólo el ruido propio del bosque se puede escuchar, donde él y su burro pasan las horas, los días, los meses y los años. El camino a casa lo tienen marcado ya por la rutina diaria con la popularidad entre los pocos habitantes de las comunidades aledañas.

Lejos de toda civilización, en una humilde vivienda entre la naturaleza del bosque, donde para llegar es una brecha de terracería a dos horas desde El Vergel, vive esta humilde familia de cuyo caso El Diario se enteró a través de la regidora de Balleza, Cecilia Rodríguez Ojeda, quien de forma esporádica consigue despensas para ayudar a esta familia a quien ella se encarga de llevarlas personalmente.

¿Quiere ayudar?

Lo puede hacer a través de la regidora por el municipio de Balleza, Cecilia Rodríguez, quien puso a disposición su número de teléfono 649-39-426-38. O puede marcar al número 614-429-07-50 o al correo ldiaz@diarioch.com.mx


Fuente:
Comentarios de la periodista y la nota en:
http://diario.mx/Estado/2014-01-25_e33a294b/lenador-pierde-movilidad-de-sus-piernas-y-usa-un-burro-para-caminar#


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